Por Ritmosonlatino.com
Por espacio de dos horas, la música de Maná hizo que las nacionalidades desaparecieran y las banderas se fusionaran en una sola, que de forma imaginaria cobijó a miles de hombres y mujeres que unieron sus voces bajo un mismo techo.
Y es que a decir de Fer, el vocalista del grupo, el entusiasmo que dominó este concierto en el Patriot Center de la ciudad de Fairfax, Virginia, ha sido uno de los más notables en las escalas que la banda mexicana ha cubierto hasta ahora como parte de su gira Drama y luz por Estados Unidos y Puerto Rico.
Ese entusiasmo en respuesta a la entrega del cuarteto en el escenario, fue bien recompensado por Fer, Alex, Juan y Sergio con dos números adicionales que prolongaron el concierto de este jueves más allá de las dos horas de duración.
El espectáculo fue recorrido por la trayectoria musical de Maná, un reencuentro con sus admiradores no tan jóvenes, y la afirmación con quienes día a día continúan sumándose a su legión de seguidores.
Desde los primeros acordes del tema Ojalá pudiera borrarte, la química entre el grupo y los ocho mil espectadores que se dieron cita en el inmueble, fue instantánea.
Esta quedó reforzada con Rayando el Sol, una de sus primeras y más reconocidas producciones, cuando la mayoría de los asistentes se sumaron en coro a Fer, para acompañarlo en otras como De los pies a la cabeza, Me vale y Corazón espinado.
Asimismo, se escucharon producciones recientes como Sor María y El espejo, del disco homónimo de la gira, aunque de un ritmo menos agitado al de la mayoría del repertorio, tuvieron el efecto de mantener de pie a los asistentes.
La fraternidad provocada por la música de Maná entre la asistencia multi-nacional quedó evidenciada cuando Fer saludó a los jóvenes mexicanos que ganaron el Campeonato Mundial de la Sub-17.
"Quiero brindar por la Sub 17", dijo, mientras alzaba una botella de plástico con una bebida, generando aplausos y felicitaciones mutuas entre los asistentes.
A las banderas de los países de la región proyectadas en la enorme pantalla erigida al fondo del escenario, se sumaron otras que brotaron y empezaron a ondear entre las gradas, mientras miles de voces recitaban algunas de las estrofas.
Otros dos momentos que electrificaron a los asientes fue el duelo de guitarras entre Sergio, el requinto de la banda, y Paul Reed Smith, quien ha fabricado guitarras para artistas de la talla de Carlos Santana, Dave Navarro y David Grissom.
El segundo ocurrió durante el solo de batería que ejecutó Alex durante casi ocho minutos, para dar tiempo a que el resto de los integrantes se trasladaran a un escenario intermedio donde el grupo ejecuto Se me olvidó otra vez y Si no te hubieras ido.
Al final, bajo los acordes de Clavado a un bar, Fer desenvolvió y ondeó una bandera mexicana con la que recorrió el escenario mientras exhortaba a los miles de espectadores a sacar las suyas, pero aquellas que se llevan en el corazón, porque "las banderas son símbolo de la unidad latina".
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